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Avelina Lésper y el Fraude del Arte Contemporáneo

LaBocaMag

Escrito por Ruby Cuevas

Editado por Natali Hurtado

Foto: Tania Victoria/ Secretaría de Cultura CDMX CC BY 2.0


Todos tenemos algo que decir... cada quien tiene una historia, idea o sentimiento que manifestar. Muchos optan por transmitirlo a través de una melodía, poesía, escritura libre, piezas plásticas, incluso con la ropa transmitimos nuestras ideas y modo de pensar. Este es un tema muy oportuno dada la época en la que estamos viviendo, donde es posible crear contenido con la mayor facilidad y sin necesidad de tener tantos estudios. Muchos jóvenes y adultos que ejercen esta práctica se han dedicado a autoproclamar su contenido como "arte", provocando que algunos se sientan ofendidos por este "atrevimiento" y salgan en la defensa de lo que en verdad es arte y lo que no lo es. Este es el caso de Avelina Lésper.


Lésper, es una escritora, historiadora y crítica de arte de la Ciudad de México. Es autora del libro "El fraude del arte contemporáneo" y es reconocida por ir en contra de algunas corrientes artísticas como el performance (conjunto de manifestaciones provenientes de las artes plásticas, que utilizan al cuerpo humano en movimiento como soporte expresivo), el videoarte (que consiste en crear manifestaciones artísticas mediante imágenes en movimiento y sonidos) y la instalación (que se trata de la ambientación de espacios físicos con un concepto artístico definido).


Las opiniones de Avelina Lésper han captado la atención de artistas y seguidores del arte en toda lationamérica, debido a que en su libro la autora destroza el arte contemporáneo haciendo fuertes criíticas a las nuevas corrientes y a distintos artistas cuyas obras, según Lésper, no son arte en sí, sino solo objetos agrupados en un lugar que necesitan de una detallada explicación del "Artista" para justificar que sea catalogado como arte.


En la entrevista realizada por el portal eldebate.com Avelina definió el arte como inteligencia y creatividad que se manifiesta en obras, las cuales son disciplinas distintas que se relacionan con los sentidos. Es común de la autora salir a la defensa del arte propiamente establecido a través del estudio constante y técnicas. En una ocasión dijo: "Con la caída del muro de Berlín el arte tomó la bandera de la libertad: el artista es libre, nadie le puede decir nada. Es libre de designar como arte lo que quiera. La crítica es que no hay crítica para el arte a partir de ese momento, todo lo contemporáneo se define como lo mejor por su precio, no por sus mensajes, técnicas de desarrollo, materiales, conceptualización o presentación."


El posmodernismo ha despertado en muchos el deseo de hacer arte por la falta de disciplina, conocimiento y seriedad que trae consigo la tarea de dedicarse al arte como profesión. El posmodernismo hace que "hacer arte" se vea fácil y que todo es válido, cuando en realidad existe el conocimiento científico avalado que puede criticar y explicar cuando una pieza es arte o no...


Lésper ha indicado: Todo el arte es objetivo. ¿Dónde está la subjetividad? Esas salidas las ha inventado el arte contemporáneo, el arte VIP. Lo han inventado para que todo quepa y todo valga y entonces te digan: «No, es que es subjetivo si esto es arte o no porque depende de cómo tú lo veas».


El arte no es todo lo que se nos venga a la cabeza, el arte es la representación y autoconceptualización de nuestras realidades, de las vivencias del hombre a través de los años y siglos, así mismo es la utilización de las técnicas adecuadas acorde al mensaje que se desea transmitir, es llevar emoción, hacer que pienses y ver la transformación humana plasmada en lienzos, escritos o mármol.


Si bien las opiniones de Lésper son necesarias y tienen buenas intenciones, su crítica también debe ser cuestionada, pues una de las principales características del arte es que en cada época que se manifiesta suele generar este tipo de reacción de repudio y más tarde en el tiempo se le atribuyen valores estéticos y artísticos que lo hacen aceptable.

No concuerdo ni difiero con Lésper en la totalidad, pero entiendo que es muy valiente su postura y apoyo que desee cuestionar objetivamente el arte contemporáneo, ya que ese el verdadero trabajo de un crítico, no asentir mecánicamente a todo lo que la colectividad llama "Arte".

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