Escrito por Robert Rosario y Natali Hurtado.
Fotos: Fuente Externa.
Las propuestas de jóvenes artistas visuales es cada vez más diversa. El crecimiento del gremio artístico contemporáneo ha mostrado un despunte abrupto que no vislumbra final. Esto se debe, en parte, a que los artistas siguen asumiendo su rol y responsabilidad cultural, sumado a que los medios (periódicos, revistas, museos, galerías, teatros, etc.) se muestran cada día más abiertos a acoger y promover la visión de los artistas.
El dominicano Franz Caba es un vivo ejemplo de este crecimiento y versatilidad creativa que tenemos en nuestro país. Recientemente presentó una exquisita exposición titulada “Estoy aquí pero no soy yo” en el Museo Fernando Peña Defilló en colaboración con Lucy García Gallery; un derroche de creatividad donde el surrealismo se conjugó con lo doméstico y lo cotidiano del caribe, adentrándonos en escenas de alto carácter reflexivo ambientadas en una paleta de colores que se debatían entre tenues y vibrantes. Las pinceladas me hicieron recordar al estilo pictórico del Rococó y por momentos me hacían alusión al Impresionismo. Todo estuvo enlazado armoniosamente: el concepto, la técnica, las pinturas, los títulos de las obras, la descripción… todo se conjugó en un mood muy autóctono que dejó en claro que esas obras pertenecían a un artista dominicano.
Lejos de ser pretencioso, Franz Caba es un profesional de las artes con una actitud bastante sencilla y humilde. Durante la exposición nos comentó:
“No me encasillo dentro de ningún movimiento artístico. Dejo fluir mi mente y de allí nace mi arte”.
