Por LaBocaMag
La espera terminó. Jonathan Anderson, el diseñador irlandés detrás de JW Anderson y ex director creativo de Loewe (desde 2013), emprende un nuevo camino y debuta en Dior Men con su primera colección la Spring/Summer 2026, que nos ha dejado sin aliento.
Anderson llega a la maison con la misión de recodificar la identidad masculina de Dior, mezclando su sensibilidad artística con los códigos clásicos que definieron a la casa desde la era de Monsieur Dior.
De Loewe a Dior: el salto de un experimentalista
Jonathan Anderson viene de trabajar Loewe, una marca que funcionaba como un canvas abierto para su creatividad. Libre de ataduras históricas, allí desarrolló un lenguaje altamente experimental: desde vestidos suspendidos en pleno "vuelo", hasta globos incrustados, labios en el pecho y automóviles saliendo de las faldas (en su recordada colección ready-to-wear 2022). También, en su propia firma, lo vimos empujar los límites en cada colección, pero recordamos muy especialmente su propuesta Spring Men 2023, donde los modelos llevaban timones de bicicleta como tops, y con la que mantuvo la industria de la moda a nivel mundial hablando de esto.
Entrar en Dior representa otro universo. Es un reto, sí, pero también una gran oportunidad de generar un cambio dentro de una casa con historia, peso simbólico y códigos bien definidos. Anderson lo sabe y lo respeta. Pero no se frena. Por eso, lo que ha hecho en su debut en Dior Men SS26 no es otra cosa que una colección fascinante, fiel a su estilo.
El resultado: recodificar la elegancia
Presentada durante la Paris Fashion Week, la colección fue un ejercicio de elegancia desarmada, referencias culturales y revisión del archivo Dior. Anderson reinterpreta piezas clave como el Bar Jacket, esta vez en tweed irlandés, y propone siluetas fluidas, relajadas, con shorts voluminosos, capas estructuradas y camisas reinterpretadas con acabados técnicos y sastrería moderna.
Uno de los elementos más identificativos del desfile fue el cuello alto con lazo, que apareció en múltiples salidas como un guiño romántico pero fuerte, casi poético. Otro detalle memorable fueron las sandalias tipo escolar, bautizadas por el propio Anderson como “School Summer Sandal”, que equilibraban perfectamente la nostalgia infantil con el lujo adulto.
El desfile como statement artístico
El espacio del show —inspirado en las salas de un museo clásico— presentó obras de Jean Siméon Chardin y fue pensado como un homenaje silencioso a la moda como arte.
Los accesorios también hablaron claro: la Dior Book Tote reapareció reimaginada con portadas literarias de autores como Baudelaire y Truman Capote, haciendo del look masculino una declaración de intelecto y sensibilidad.
Dior Men entra en modo vanguardia
Más allá de las prendas, esta colección abre una nueva conversación en Dior Men: ¿cómo se puede empujar los límites sin perder la esencia? Anderson parece tener la respuesta, y lo hace sin gritar. A través del detalle, del gesto, del corte preciso y la referencia sutil.
Si Dior es una casa de códigos, Anderson ha comenzado a escribir nuevos capítulos sin borrar los anteriores. Y si esto es solo el inicio, estamos listos para ver mucho más de la creatividad sin límites de este gran diseñador.
