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Breve reflexión sobre el arte como compañero del ser humano.

Escrito por: Robert R. Jiménez

Editado por: Natali Hurtado Foto: cottonbro studio


Santo Domingo. ¿Qué es el arte? Muchos lo consideran un oficio, otros un modo de expresión, algunos lo usan como negocio y hay quienes lo consumen a diario en alguna de sus manifestaciones sin saber bien qué es.


A mi juicio no veo el arte como un oficio, aunque directamente puede serlo… más bien pienso que el arte es un compañero de viaje del ser humano de manera individual.


Si buscamos en la historia encontraremos que el arte siempre ha estado presente de forma muy ingenua y sutil, incluso en aquellos primeros habitantes que solo se regían por el principio de supervivencia. El arte se manifestaba en todo, hasta en el simple hecho de chocar dos piedras para crear fuego o para generar sonido por medio de la percusión. Allí estaba el arte… en su manera de pintar los grandes animales como divinidades (arte rupestre) o en la construcción de casas, elaboración de utensilios para cazar y en sus ritos para comunicarse con sus deidades.


El arte es un modo de expresión por medio del cual el ser humano busca externar y hacer palpable la identidad de su psiquis. Como dice el escritor, filósofo y poeta estadounidense Ralph Waldo Emerson (1803 – 1882) (líder del movimiento del trascendentalismo a principios del siglo XIX): “En el arte, la mano nunca puede ejecutar cualquier cosa más alta de lo que el corazón puede imaginar". Podemos evidenciar esto en la composición musical “Por amor” del maestro dominicano Rafael Solano (1968), una obra romántica en la que se hace una reflexión muy genérica pero a la vez muy personal sobre el amor. Pero el arte va más allá… para muchos no es solo un medio de expresión, sino un refugio seguro donde se puede volver a conectar con sí mismo y desconectar del ruido de la vorágine del mundo; un lugar donde se puede ser uno mismo sin máscaras, sin mentiras y sin vanidad.


Podríamos decir entonces que el arte nace del interior de los artistas, no solo de su imaginación, de las cosas bellas que ve, siente o sueña y de lo que le provoca deleite, sino que el arte también puede surgir de la preocupación, de la frustración y del deseo de cambiar o protestar contra algo. Las obras de muchos grandes artistas han trascendido o han visto la luz después de una tragedia mundial o un acontecimiento que haya generado impacto colectivo. Ejemplo de esto es la obra de Pablo Picasso “El Guernica” (1937) que fue creada tras la guerra civil que vivía España en esa época.


Hay artistas que mezclan ambas, amor y tragedia, como lo vemos en la película “Schindler's List” (1994) adaptación de la novela Schindler's Ark (9982) del australiano Thomas Michael Keneally, donde podemos contemplar cómo el arte es contenedor de varios sentimientos en una sola manifestación.


Mi conclusión luego de este breve ensayo es que el arte puede llegar a transformar un estado de ánimo, puede ser educativo, puede ser la voz de una denuncia social y al mismo tiempo, puede ser el cronista de la historia de un país y del mundo.


Nunca dejemos de hacer arte, porque como decía Picasso: “El arte limpia del alma el polvo de la vida cotidiana”.

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