Escrito por Robert Rosario y Natali Hurtado
Fotos: Fuente Externa
Al ver la obra de teatro “Los Chicos de la Banda” pude confirmar que el arte es el mejor mensajero y cronista de la realidad de cada tiempo. Muchos pensamientos vinieron a mi mente... En primer lugar, y tomando en cuenta que esta es una adaptación de la obra original “The Boys in the Band” de Mart Crowley (1968), me situé en aquel tiempo y espacio imaginando la gran controversia que causó, al ser ésta una producción que desafió la mentalidad de su época al hablar abiertamente sobre homosexualidad. Hice un recorrido imaginario, visual y emocional efectuando paradas significativas en la mente del escritor, de la audiencia, la sociedad, las autoridades y los homosexuales de aquel entonces. Mi conclusión fue que el mensaje de la obra sigue estando vigente y sigue causando controversia. En esta ocasión y por tratarse de un tema delicado, hablaremos solo de los aspectos artísticos y técnicos de esta producción.
Joyce Roy eligió a Casa de Teatro para presentar “Los Chicos de la Banda”, haciéndonos viajar hasta finales de los años 60 e inicios de los 70 de una manera fresca y divertida. Con la mezcla de actores veteranos y noveles, la velada se hizo muy amena. Los actores le dieron vida a personajes que nos contaron una historia de reflexión con momentos cargados de mucho dramatismo y otros dotados de mucha jocosidad.
Sí bien es cierto que los actores mostraron estar muy comprometidos con sus respectivos papeles, debo decir a modo personal que no logré conectar con ninguno de ellos. Tal vez porque mi expectativa era ser sorprendido y la sorpresa nunca llegó. Sin embargo debo resaltar que esta obra está en el renglón de lo correcto, y aunque no me sorprendió puedo decir que me causó mucho disfrute. En otro orden, debo puntualizar que la dirección de arte (abarcando escenografía, iluminación y vestuario) fue muy buena y es evidente que la producción puso gran esmero en este aspecto.
El propósito de esta obra es enviar un mensaje inclusivo, que aunque fue entendido, me hubiera gustado que el lenguaje hubiese estado más adaptado a nuestra realidad incorporando un vocabulario criollo que lo hiciera sentir más local.
Termino felicitando a todos los implicados en esta producción la cual estuvo a cargo de Joyce Roy, dirigida por Solany Muriel y las actuaciones de José Roberto Díaz García, Anderson Mojica, Juan Esteban, Tomas Hubier, Isen Ravelo, Jean Villanueva (El Panda), Alejandro Guerrero, Alejandro Espino y el mismo Joyce Roy.
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