Escrito por Robert Rosario y Natali Hurtado. Fotos: Fuente Externa
Chaplin tenía razón cuando decía: “un día sin sonreír es un día perdido”... creo que por eso a casi todos nos encanta la comedia; Y más aún cuando la producción conjuga elementos interactivos con un mensaje poderoso, inclusivo, antidiscriminatorio y sobretodo muy actual. Me atrevo a decir que ésta es, sin duda, una de las comedias más inteligentes que he visto en mi carrera de crítico de arte.
Y no sé cómo lo hacen o si es un don especial, pero los argentinos tienen un Je ne sais quoi para escribir obras de teatro con conceptos impactantes y muy difíciles de ignorar. Lo vimos con “La Mujer Puerca” de Santiago Loza y ahora lo vemos con “Un tonto en una caja” de Martín Giner, la cual fue seleccionada para cerrar la segunda edición del Festival de Teatro Cómico FESTECOM, dedicado al actor dominicano Irving Alberti. Pero no solo la dramaturgia es excelente, sino que debemos resaltar la adaptación magistral que estuvo a cargo del actor dominicano Noel Ventura. Sin esa excelente adaptación, pensada especialmente para el público dominicano, no me hubiese generado tantas emociones.
Ambientada con una escenografía nada ostentosa pero muy atinada y acorde a la obra, Casa de Teatro recibió en escena a tres personajes que representaban distintas clases sociales, personalidades e ideales. Cada uno vestido de pies a cabeza de un color distintivo (azul, verde y rojo) que anunciaba desde lejos la postura que iban a asumir en el transcurso de la historia. Todo esto sumado al poder interpretativo de Patricio León, Raymar García y el mismo Noel Ventura, quienes pusieron a disposición del público cuanto gesto y ademán fue necesario para darle vida a su personaje. Los tres con un manejo escénico aceptable, buena dicción y muy buena actuación, tomando en cuenta que, aunque la gente no lo crea, hacer comedia no es tan fácil como parece; se requiere de mucha concentración para no caer en la trampa del humor que se transmite.
La obra tuvo momentos muy chistosos, pero a pesar del humor, en ninguno se perdió el significado y la línea conductoria que arribaría en aquel mensaje reflexivo que hacía alución a la esclavitud, la pobreza, la ignorancia, la riqueza, la cultura, el status, la astucia, entre otros. Me quedé con esta reflexión personal: el abuso de poder y el uso desmedido de un determinado “status social” tienen fin y pueden revelarse en contra de quienes lo ejercen y lo aplican… Quienes menos creemos pueden convertirse en grandes traicioneros, actuando más desde la astucia que desde la “inteligencia” y la erudición.
Hubo la intención de establecer interacción con el público, sin embargo, creo que no se logró del modo que se tenía pensado, ya que en las butacas quedaron inertes unas esclavinas que nunca usamos y a mi parecer fueron innecesarias. Otra deficiencia estuvo en los momentos en que los actores salieron de escena para establecer un diálogo con el público… fue una distracción más que una conexión.
Concluyo resaltando que ésta fue una buena obra, con más aspectos positivos que negativos… una producción que pone un peldaño más en este esfuerzo que hacemos por mantener el teatro vivo y que está dando resultados. Auguro éxitos a todos los participantes y esperamos con ansias la tercera edición de FESTECOM.
Ficha Técnica
Autor: Martín Giner @martinginer7
Director: Noel Ventura @noelventura11
Artistas en escena:
Raymar García (El Notable) @raymalgarcia
Patricio León (El Grande) @patricioleonc
Noel Ventura (El Pequeño) @noelventura11
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