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Inspírate con nuestros posts de arte, moda y motivación

por Gustavo A. Ricart, Cineasta

@gabo.ricart

1 Int. Cafetería – noche


Una noche tormentosa en un café acogedor y concurrido. INÉS y GUSTAVO, se sientan en una mesa cerca de la entrada con expresiones serias en sus rostros. La lluvia golpea fuertemente contra los paraguas que cubren las mesas, creando un ambiente cargado de energía.


Inés: (con voz preocupada) estuve conversando con una vecina (ya sabes, una de esas fanáticas religiosas) que critica ferozmente el arte, describiéndolo como una encantadora y extravagante inutilidad. Ella dice que el arte se presenta como un refugio para los ociosos, aquellos que tienen demasiado tiempo libre en sus manos. Mientras algunos luchan por sobrevivir, los artistas se complacen en explorar su propia subjetividad y crear obras que solo pueden ser apreciadas por unos pocos elegidos. Entonces entendí, ¿cuántas veces hemos visto una obra de arte y hemos exclamado: "¡No entiendo nada!"? Eso es porque el arte se deleita en su propia incomprensibilidad, excluyendo a las masas y creando una élite de supuestos "entendidos". Esto me ha hecho dudar de mi propia carrera y existencia. ¿Qué crees tú?


Gustavo: (suspirando) INES, entiendo tus dudas, pero no podemos permitir que gente así nos haga perder la fe en algo tan importante. El arte es un motor de libertad, educación y progreso. Es un reflejo de nuestra humanidad y una forma de trascender nuestras limitaciones.


Inés: (mirando hacia afuera, pensativa) Pero, Gus, ¿qué sentido tiene el arte en un mundo lleno de desafíos más urgentes? ¿Cómo puede el arte realmente marcar la diferencia? ¿Para qué necesitamos el arte cuando podríamos invertir nuestro tiempo en actividades más prácticas y productivas? En lugar de contemplar una pintura abstracta, podríamos estar trabajando para pagar nuestras facturas o mejorando nuestras habilidades para asegurar un futuro próspero. Después de todo, ¿de qué sirve un lienzo manchado o una escultura incomprensible cuando hay comida que comprar y facturas que pagar?


Gustavo: (con pasión en sus ojos) el arte puede ser un faro de esperanza en tiempos oscuros. A través de su expresión libre, podemos explorar problemas sociales, desafiar las normas establecidas y provocar el cambio. El arte nos permite cuestionar y reflexionar, despertando emociones que nos conectan como seres humanos.


De repente, el café se queda a oscuras. Un apagón eléctrico ha sumido el lugar en la penumbra. La tensión se siente en el aire mientras la lluvia continúa golpeando contra las mesas y sillas vacías.


Inés: (nerviosa) Gustavo, esto es un signo, ¿no lo ves? La oscuridad que nos rodea es un reflejo de mi confusión sobre el valor del arte. ¿Qué significado tiene realmente?


Gustavo: (tomando la mano de Inés con suavidad) Inés, incluso en la oscuridad más profunda, el arte puede ser una luz que guíe nuestro camino. A través del arte, encontramos inspiración, imaginación y nuevas perspectivas. Nos conecta con nuestras raíces culturales y nos enseña sobre nuestra historia. Es un medio de expresión que trasciende el lenguaje y toca las fibras más íntimas de nuestra existencia.


En ese momento, un relámpago ilumina el cielo y, por un instante, la sala se llena de una luz brillante y fugaz. Los clientes del café se miran entre sí, asombrados por el momento de claridad.


Inés: Además, ¿qué pasa con el valor económico del arte? Los artistas pueden gastar solo unas cuantas horas creando una obra para que sea vendida a precios exorbitantes en una galería. ¿Cómo es posible que algo tan subjetivo y arbitrario pueda tener un valor monetario tan desproporcionado?


Inés: (con determinación) tienes razón. No podemos permitir que el desaliento nos consuma.

Gustavo: (sonriendo) estoy emocionado de que hayamos superado esta tormenta juntos. Llueve menos.


Mientras Inés y Gustavo continúan su conversación, un hombre misterioso y de baja estatura se acerca a su mesa. Su rostro está oculto bajo un sombrero mojado y lleva consigo un maletín de cuero desgastado.


Hombre misterioso: (con voz profunda) Perdonen mi intromisión, pero he estado escuchando su apasionado debate sobre el arte. Tengo algo que les puede interesar.


Inés y Gustavo se miran, sorprendidos por la aparición repentina del extraño. La curiosidad brilla en sus ojos.


Gustavo: (con cautela) ¿Quién eres y qué es eso que dices tener?


Hombre misterioso: (sonriendo enigmáticamente) Soy un coleccionista de arte y en mi maletín llevo una obra maestra que cambiará su perspectiva sobre el poder del arte.


Con cuidado, el hombre misterioso abre el maletín y revela una pintura impresionante y vibrante. Colores brillantes saltan del lienzo, transmitiendo una energía palpable.


Inés: (asombrada) ¡Es magnífico! Pero, ¿cómo puede una simple pintura tener un impacto tan profundo?


Hombre misterioso: El arte también se presta para el engaño. Cuántas veces hemos sido testigos de "obras maestras" que no son más que una simple línea o un montón de basura colocada en una galería. Estos engaños artísticos son solo una burla a la inteligencia de aquellos que tratan de encontrar significado en algo que no lo tiene. El arte contemporáneo se ha convertido en un juego de trucos y juegos mentales, donde cualquier cosa puede ser etiquetada como arte y donde la habilidad técnica y la belleza han sido abandonadas en favor de la provocación y la extravagancia. Por eso colecciono obras como estas que nos recuerdan que el arte puede ser un deleite.


El aguacero ha escampado.


Hombre misterioso: (explicando) El arte tiene el poder de conmovernos, de provocar una respuesta visceral. Esta pintura es un testimonio de la belleza que podemos encontrar en lo ordinario, en lo aparentemente inútil. Es una invitación a explorar nuestra propia humanidad y encontrar la trascendencia en las experiencias más simples.


Gustavo: (con admiración) Es asombroso. A través del arte, podemos descubrir nuevas perspectivas, ampliar nuestros horizontes y conectarnos con otros en un nivel más profundo.


El hombre misterioso sonríe y, sin decir una palabra más, cierra el maletín y se aleja lentamente, perdiéndose en la multitud del café.


Inés y Gustavo se quedan allí, maravillados por la experiencia y la lección que han recibido. La oscuridad de la noche ha cedido ante la luz de la pintura y la chispa de inspiración que ha encendido en sus corazones.


Inés: (mirando a Gustavo con emoción) Gus, el arte es realmente un regalo. Nos desafía, nos transporta y nos enseña a ver el mundo de manera diferente. A través del arte, podemos descubrir nuestra propia voz y contribuir al progreso de nuestra sociedad.


Gustavo: (asintiendo) Estoy de acuerdo, Inés. Nuestro debate nos ha llevado por un camino lleno de incertidumbre, pero ahora veo que el arte es una fuerza poderosa que trasciende lo superficial. Nos conecta y nos inspira a ser mejores, a desafiar las barreras y a encontrar la belleza en todos los aspectos de la vida.


Con una nueva determinación, Alic y Pedro se levantan de la mesa y se dirigen hacia la salida. La lluvia ha cesado y el aire está cargado de una frescura renovada.


Mientras caminan juntos hacia el horizonte, Inés y Gustavo saben que su pasión por el arte les guiará en un viaje lleno de descubrimiento, crecimiento y contribución a la sociedad.



por Gustavo A. Ricart, cineasta

@gabo.ricart


La obra “¿Leyenda urbana o trama maldita?” de Abel Isaac Espinal, un estudiante de artes plásticas, se presenta como una representación visual y dramática de una preocupación muy actual sobre la amenaza a la identidad nacional dominicana. A través de elementos simbólicos y personajes, el autor plasma su visión dramática de una conspiración internacional que pone en peligro la existencia misma de la nación dominicana. Esta obra se exhibió en la exposición estudiantil colectiva “Contra viento y Marea” en el salón de exposiciones de la Facultad de Artes de nuestra querida Autónoma de Santo Domingo.


En el extremo superior izquierdo, encontramos al protagonista, un cura dominico que lleva un perro con una antorcha encendida en la boca. Este personaje se erige como un símbolo poderoso de la dominicanidad, Santo Domingo de Guzmán. La antorcha puede interpretarse como la luz de la verdad y la fe que guía a la nación, mientras que la bandera dominicana que sostiene en su mano simboliza la identidad nacional y la lucha constante por la independencia.


La representación de la fusión de los dos países de la isla, la República Dominicana y Haití, como un intento infructuoso debido a sus diferencias naturales, subraya la dificultad de unir naciones con historias y culturas divergentes.


Los tres personajes que traicionan y asesinan la nacionalidad dominicana, identificados por sus vestimentas como Estados Unidos, Haití y el gobierno dominicano, reflejan la percepción de amenazas tanto externas como internas a la identidad nacional. La figura misteriosa que manipula al gobierno dominicano como si fuera un payaso sugiere la idea de que las decisiones políticas pueden estar siendo influenciadas por fuerzas ocultas.


La presencia de Juan Pablo Duarte al centro de la composición, el padre de la independencia dominicana, mirando atónito y llorando, representa la desilusión e impotencia ante la traición a los ideales de independencia y soberanía.


El personaje del juez que representa a una élite oscura que gobierna el mundo desde las sombras y la indiferencia de la justicia internacional subrayan la sensación de impotencia y opresión que se siente en la narrativa de la obra.


Esta obra dramática aborda temas de gran relevancia como el nacionalismo, el antiimperialismo y la crítica política. La crítica a Estados Unidos, Haití y el gobierno dominicano sugiere una resistencia contra la interferencia extranjera y una lucha por la autonomía política, en línea con una ideología antiimperialista que ha marcado la historia de la República Dominicana.


La representación del gobierno dominicano como una marioneta manejada por fuerzas oscuras y la justicia internacional que permanece ciega y sorda ante el crimen destaca la preocupación por la corrupción y la falta de transparencia en la política dominicana, sugiriendo que intereses ocultos pueden estar influyendo en las decisiones gubernamentales.


En última instancia, la ideología que sustenta esta obra es un llamado a la reflexión, la resistencia y la toma de conciencia sobre la importancia de preservar la identidad y la soberanía dominicanas en un mundo marcado por las influencias externas y los desafíos políticos. Es una expresión de la lucha por mantener viva la cultura y la independencia de la República Dominicana en medio de un panorama político complejo y cambiante. Es una obra poderosa que, aunque se presenta en un formato díptico de 30x40", podría tener un impacto aún mayor si se expandiera a un mural que hiciera eco de estos mensajes tan relevantes para la patria.


La obra de Abel Isaac Espinal, con sus profundos ideales filosóficos y políticos, merece una justificación en virtud de su relevancia y urgencia en el contexto actual. En primer lugar, esta obra representa una llamada a la reflexión y a la conciencia sobre la amenaza que enfrenta la identidad nacional dominicana. En un mundo cada vez más globalizado, donde las influencias externas pueden erosionar las culturas locales, es crucial recordar y preservar la rica herencia cultural y la independencia de nuestra nación.


Los ideales filosóficos detrás de la obra se centran en la importancia de la identidad y la soberanía. Al destacar la figura de un cura dominico como símbolo de la dominicanidad y representar la lucha constante por la independencia a través de la bandera dominicana, la obra nos recuerda la necesidad de mantener vivos nuestros valores culturales y el espíritu de autodeterminación.


En términos políticos, la obra critica las amenazas externas e internas a la identidad dominicana, personificadas por los tres personajes que traicionan y asesinan la nacionalidad, así como por la manipulación del gobierno dominicano. Esta crítica política es esencial en un momento en que la corrupción y la falta de transparencia en la política pueden socavar la confianza en las instituciones gubernamentales.


Además, la representación de la justicia internacional como ciega y sorda ante el crimen subraya la importancia de abogar por la justicia y la rendición de cuentas en el ámbito nacional e internacional. Esta es una llamada a la acción para garantizar que los intereses oscuros no prevalezcan sobre el bienestar y los derechos del pueblo dominicano.



Updated: Nov 29, 2023

Escrito por: Robert R. Jiménez

Foto: Pintura titulada "Voltz" de Eduardo León


Estudiar la mente de los artistas es algo complejo, por eso el arte es algo de percepción e interpretación personal. Son muchos los factores que se deben tomar en cuenta para estudiar y comprender una obra de arte, entre ellos, los planteamientos estéticos de lo bello y lo feo; como expresó el semiólogo y filósofo italiano Umberto Eco (1932-2016) en su libro Historia de la Fealdad 2007, son factores que se deben de tomar en cuenta muchas veces para analizar cualquier manifestación artística incluyendo las artes efímeras.


Al momento de analizar una obra de arte me cuestiono sobre el equilibrio que ésta pueda tener y qué aspectos tiene para ser considerada como un producto bello o feo. Interpretar el arte requiere de la capacidad de establecer un balance dualitario. Los análisis que se hagan de una misma obra de manera individual, podrían asociarse a cualquier otra obra sin éstos artistas tener ningún vínculo, y desde un planteamiento personal, una obra puede contar con ese equilibrio entre lo bello y lo feo en una misma composición. Esto no forma parte de este análisis… es solo una teoría que no quería dejar de resaltar.


Entrado en materia, mi análisis se basa en Voltz de Eduardo de León, un joven artista dominicano, cuyo estilo pictórico, sus pinceladas y su paleta de colores, me han transmitido una significativa variedad de sensaciones.


En algunos trazos puedo denotar impulso y furia, pero en otros más sutiles se puede llegar apreciar delicadas pinceladas que pueden trasmitir paz y ternura. Esta obra es una montaña rusa de emociones y sensaciones, llevando a cualquier espectador desde lo más agresivo hasta lo más dulce o viceversa, lo que hace de este artista algo novedoso e interesante.


Cuando digo “interesante” me refiero a la capacidad creativa de este artista y a su versatilidad. Al estudiar esta pieza, que es una mezcla de elementos de papel y pintura sobre cartón, me doy cuenta de su gran creatividad, tomando en cuenta que he visto otros trabajos de dicho artista.


No obstante, el arte es un mundo donde las coincidencias juegan un gran papel. Al ver esta obra de Eduardo pude asociarla con una obra del consagrado artista dominicano Freddie Cabral, en la que el tema es la libertad, pero ¿Qué relación tienen entre sí? Podría ser la abstracción y sensación de movimiento que comparten las obras, lo que me recuerda una cita del psicoanalista alemán Erich Seligmann Fromm (1900-1980) “Lo que parece ser una serie causal de hechos externos representa una conexión de hechos enlazados entre sí por su asociación subordinada a los acontecimientos internos.” El lenguaje olvidado (1951).


Tal vez a la hora de ambos artistas tomar el pincel y plasmar lo que llevaban en sus cabezas, eran sentimientos diferentes. Pero al mirar el parecido de las obras, podemos ver quizás una conexión entre ambas, resaltando que no hay ningún vínculo real.


Si ambas obras fueran tomadas en cuenta para un proyecto expositivo, podrían contar una historia conjunta, quizás por su composición de un lenguaje museográfico, aunque ambas tengan temas diferentes.


Pero siguiendo con mi análisis a la obra de Voltz, como mencioné antes, sin abundar en la energía que transmite, puedo inferir que es un referente a todo lo que puede conllevar un ser humano en su transitar por la vida: esos momentos de altibajos, furia, paz, tranquilidad, lujuria y hasta momentos de querer encontrarse consigo mismo. Su juego de colores entre el rojo y el naranja, la diversidad de azules combinados con amarillos, blanco y negro, hacen que la obra tenga esa sensación de profundidad y no sea un lienzo simplemente plano (que muchas veces suele pasar con obras abstractas). Como un plus, el fondo oscuro, que conjuga armónicamente el resto de colores presentes en la composición.


En lo particular considero que Eduardo de León, el cual aún se encuentra en sus estudios como artista, es una gran promesa del arte plástico dominicano.


Ficha Técnica:


Eduardo de León

Voltz

18x14

Mixta/cartón

2022




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